martes, 2 de octubre de 2012

Análisis de las tareas y riesgos



Análisis de las tareas y sus riesgos
Es muy frecuente que para adiestrar a una persona, habiendo previamente determinado en la que tarea u oficio adestrársele, se haga de una manera arbitraria y se le den más conocimiento de los que necesita para el desempeño del trabajo o bien, que se omitan conocimientos básicos o indispensables.
Para evitarse ese peligro, debe analizarse el trabajo. Con  el objeto de hacer un análisis del trabajo determinar que es lo que la persona debe hacer y que debe saber para hacerlo bien.
El análisis del trabajo se hace enlistando ordenadamente todo lo que la persona hace y lo que desea saber para hacerlo bien. Este análisis no es cosa sencilla pues, muchas veces, personas con mucha experiencia y muy diestras en la ejecución de determinada tarea, fallan lamentablemente al tratar de hacer una lista de todas las operaciones que abarca el trabajo. La única manera de adquirir habilidad para hacer un análisis del trabajo es practicándolo.
Se cree generalmente que enseñar o instruir es tarea sencilla que puede desempeñar cualquier persona que sepa hacer su trabajo. Quienes piensan así creer que construir es decir en forma clara y detallada lo que construir no es solamente decir, sino decir y mostrar lo que se espera que haga el trabajador. Instruir o enseñar as algo más complejo que decir y mostrar.
 A continuación se dan las cuatro fases en que se descompone el proceso de instrucción y enseñanza.

1. Preparar al trabajador

Animarle, ser amable con él.
Definir el trabajo y averiguar la experiencia del trabajador.
Despertar su interés por aprender el trabajo.

2. Demostrar el trabajo
Esta es la fase básica de la introducción y en la que el supervisor debe desarrollar una gran habilidad para obtener éxito en la instrucción. Las recomendaciones son:
Debe de colocarse el trabajador en la mejor posición para observar la demostración del trabajo.
Debe explicar, mostrar e ilustrar, en el orden real, cada una de las operaciones.
Debe recalcar todo lo que el trabajador debe saber para hacer cada una de las operaciones.
La instrucción debe ser clara, completa y paciente.
El ritmo de la instrucción debe ser el adecuado para la capacidad de compresión del trabajador.

3. Comprobar el trabajo

Para instruir no basta realizar correctamente lo indicado en las dos fases anteriores, es necesario además, verificar que el trabajador este aprendiendo lo que se le esta enseñando.
Para esto se recomienda el siguiente procedimiento:
Hacer que el trabajador ejecute las operaciones y corregir los errores que cometa.
Pedirle que explique los puntos clave mientras ejecuta las operaciones.
Hacerle preguntas inteligentes para verificar que entiende y que esta aprendiendo cada operación.
Felicitarlo por sus aciertos y animarlo diciéndole que lo que haciendo bien, cuando así sea. 

4. Observalro en práctica
En el trabajo normal de producción no se puede correr el riesgo de cometer errores y equivocaciones, por lo que se hace necesario observar de cerca la acción del trabajador, después de haber terminado la fase anterior de la instrucción. Se recomienda la siguiente técnica:
Hacer que trabaje independientemente.
Indicarle a quien debe consultar en caso de que surjan dudas.
Revisar su trabajo frecuentemente e invitarlo que haga las preguntas que aclaren sus dudas.
Finalmente, disminuir progresivamente la ayuda y la vigilancia hasta llegar a la supervisión normal de un obrero calificado.
 

 

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